Justicia y Venganza

Dos términos que se contraponen abiertamente, pero que estoy cansado de ver en los medios como algo natural para miles de personas cuando se trata de juzgar a alguien que ha cometido un delito contra la persona o propiedad de sus convecinos, amigos y familiares.

Veo gentes en las calles arrojando piedras a los vehículos que transportan a los que en esos momentos no son sino presuntos criminales, o tratando de agredirles personalmente, algo que en sí mismo es tambien un delito. Vergonzoso, pero claramente un problema de buena educación.

El nuevo modelo de educación puesto en nuestro conocimiento por el gobierno actual me parece que, si encierra en sus enseñanzas los principios que deben conducirnos para una pacífica convivencia, podría corregir estos defectos que están inundando las actitudes de los miembros de nuestra sociedad.

Sé que es muy difícil ir contra los sentimientos personales de todas y cada una de las personas que, de una forma u otra, se ven afectadas por delitos cometidos contra sus personas o contra de allegados, pero el sentimiento de justicia debería estar siempre presente en nosotros de forma que no lleguemos a actitudes como las que vemos casi cada dia delante de los palacios de justicia.

Nosotros no somos quienes para juzgar, para ello están los jueces y la Justicia - con mayúscula.

Y por supuesto nuestros principios y sentimientos morales - algo que deben corregir las nuevas asignaturas propuestas por el gobierno de la nación - nos deben impedir confundir venganza con justicia.

La venganza no es moral, la injusticia tampoco.